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 Pérdida con un solo pestañeo

Había una vez una niña llamada Arabella, ya ni siquiera tan niña, debido a que esa semana celebraba su cumpleaños número 17. Tenía el cabello de color castaño, ni muy claro, ni muy oscuro. Su estatura era mediana, o lo normal de acuerdo a su edad.  Su complexión era delgada ya que así lo eran sus dos padres e incluso sus abuelos. Tenía un hermano llamado Esteban, el cual era muy serio, por lo contrario de sus otras dos hermanas, una la menor y la otra la mayor de todos. Con la que mejor se llevaba era con la menor cuyo nombre era Nicole, de niña era muy complica, en el sentido de ser un poco melindrosa en todas sus acciones, sin embargo poco a poco fue cambiando su actitud y sobre todo la manera de solucionar sus problemas. Nicole no solo era la perfecta hermana, era una excelente amiga con Arabella, ella podía notar que la lealtad que tenía su hermanita con ella era realmente única ya que ni con su mamá compartía el mismo tipo de relación.

 

Por lo contrario su hermana mayor llamada Julieta algunas veces estaba un poco ausente, ella se llevaba muy bien con Arabella sin embargo a veces ella sentía como si no existiera en su vida.


Un día tuvo que viajar con su familia por cuestiones del trabajo de su padre, le encantaba la idea de faltar a clase y esto no se debía a que le gustara no asistir a la escuela, se debía a que le encantaba viajar, no importaba que tan cerca o qué tan lejos. Muchas personas aman viajar por visitar un nuevo lugar sin embargo la parte favorita de Arabella era el traslado a ese lugar, ella nunca ha preguntado ¿Cuánto falta? O ¿Ya vamos a llegar? Entre mas lejos le parecía más fascinante.

 

Arabella salió a las 5:30 en punto de su hogar, a lado de toda su familia, solo por el hecho de acompañar a su papá, tal vez conocerán un poco el estado de Sonora. Cuando ya se encontraban en la carretera decidió colocarse sus audífonos, se dormía y se despertaba algo que comúnmente no hacia, ella por lo general disfrutaba de ir viendo el camino.

 

De pronto al dar un pestañeo se dio cuenta que ya habían llegado a una playa, realmente no entendía qué hacían ahí, no entendía el porqué su papá requería de ir ahí por su trabajo. Bajó de la camioneta con su familia, mientras su papá se dirigía a resolver sus asuntos ellos comenzaron a caminar y a caminar, Nicole estaba muy desesperada y aburrida, no encontraba nada interesante en caminar y ver la playa por lo que logró convencer a su mamá de ir al hotel. Arabella se sentía aliviada, ella también se sentía cansada y solo quería llegar y disfrutar de la alberca del hotel, de repente pestañeo y ya estaba en el hotel, se registraron, pestañeo y de nuevo Nicole  tenía un nuevo pretexto para quejarse,quería ir a comer pero no en el hotel ni a un restaurante cualquiera, quería ir específicamente a uno que se encontrara en una plaza. Pestañeó y de repente, sin pensarlo mas de una vez o incluso sin pensarlo una sola vez ya había comida y se dirigían hacia otro destino.

 

Pestañeó y se dio cuenta que ya no estaba a lado de Nicole o su mamá, mucho menos de Julieta o de Esteban. Parecía que cada pestañeo era irse quitando algo que le correspondía hacer o estar. De repente se dio cuenta por un segundo que estaba completamente sola, algo que ella siempre pensó que le daría miedo sin embargo en ese preciso momento sintió una gran fuerza por dejarse llevar por la duda y que ésta se cumpliera. Extrañamente no le importó nada o incluso peor aun no usando el sentido que nos acompaña desde que nos levantamos hasta que comenzamos a dormir. Ella contaba con dinero en su bolsa, y decidió irse y volver al siguiente día, sin pensarlo, sin excusas, sin miedos, solo hacerlo. Algo que nunca había hecho, y  que nunca se había propuesto así misma por realizar. Se dio cuenta que cuando haces algo de esa manera la libertad te cuestiona pero no limita, tal vez era lo que lo hacía interesante todo, lo distinto que era. Comenzó tomando un taxi, y se dirigió hacia una agencia de viajes, no tenía ni idea a donde quería ir, pero estaba seguro que a un lugar que no estuviera tan lejos, había decidido que no saldría del estado y mucho menos del país. La señorita en el mostrador quiso darle una larga charla acerca de todos los lugares turísticos que podía visitar en Sonora, pero antes de que acabara de explicar la tercera opción le dijo que prefería que fuera al azar, que ella escogiera el lugar como quisiera y como fuera. La señorita aceptó y le dijo que en 15 minutos pasará a su oficina.

 

Pestañeo y ya estaba ahí, con su boleto en mano para irse a un lugar llamado "Bahía de Kino" parecía un lugar lindo pero al ver el lugar donde se quedaría quedó realmente encantada, era un muy pequeño hotel, sin embargo muy pintoresco. El jardín era su parte favorita, casi todas las paredes estaban cubiertas de enredaderas y flores. Pestañeó y ya se podía ver disfrutando de la playa, después regresó al pequeño hotel, ahí abría una pequeña celebración ya que una comunidad llamada Seri, celebraría el año nuevo. Estaba encantada por participar cuando de repente pestañeó, se levantó, se quitó los audífonos y se dio cuenta que nada seguía igual.

 

 

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